Muchos ven el inodoro como la ‘perfecta solución’ para deshacerse de colillas de cigarros, insectos muertos, algodones o toallitas utilizados a la hora de desmaquillarse, pañuelos desechables para limpiarse la nariz, y un largo etcétera. Hay quienes creen que al tirar esos desechos en el retrete contribuyen a que menos basura vaya a dar a los rellenos sanitarios. Si es tu caso, entérate de que lejos de hacerle un favor al planeta, lo dañas.
Cada tirón que das a la palanca implica perder de seis a 16 o más litros de agua (según la antigüedad de tu baño); aun suponiendo que sea lo mínimo, ¿no crees que seis litros son demasiados para deshacerse de un cigarrillo apagado? Incontables personas aún no son conscientes de la gravedad de la escasez del agua, por ello sería importante difundir que varios economistas reconocidos a nivel internacional afirman que en el futuro la falta de agua podría dar pie a guerras (así como hoy ocurre con el petróleo).
Por otro lado, todo aquello que se arroja al drenaje dificulta el proceso de tratamiento del agua residual, por lo que hay un fuerte riesgo de que ese desecho termine en un río. Igualmente, mientras más complicado sea tratar ese líquido, más energía eléctrica se gastará en ese proceso, lo cual nos lleva nuevamente a la generación de CO2…
Otras formas en las que puedes cuidar el agua desde tu baño son reemplazar la cisterna del retrete por una de menor tamaño, o bien una que cuente con sistema de doble descarga (con dos botones, para liberar tres o seis litros).
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